El dolor lumbar es una carga en la salud pública de importante reconocimiento, cuya incidencia lesiva y costes han ido aumentando constantemente en las últimas cuatro décadas.
Es el tercer motivo más común de visitas al médico en hombres y el sexto en mujeres, haciendo un total del 6% de todas las consultas médicas. Supone aproximadamente un 30% de las visitas al fisioterapeuta y es una de las principales causas de discapacidad en personas menores de 45 años. Es el 2,5% de las prescripciones de medicamentos y uno de los principales motivos de bajas laborales.
El dolor lumbar se describe como un dolor en la región lumbar que puede irradiarse a las nalgas, crestas ilíacas o los muslos, pero raramente se extiende a los miembros inferiores más allá de la rodilla.
Se considera agudo si tiene una duración menor de 6 semanas, subagudo si tiene una duración entre 6 semanas y 6 meses y crónico si tiene una duración superior a los 6 meses.
Se puede clasificar en tres categorías:
-DOLOR LUMBAR NO DEGENERATIVO
Es causado por un traumatismo directo, un tumor, una infección o un proceso inflamatorio.
-DOLOR LUMBAR DEGENERATIVO
Es por combinación de diferentes variables que causan un empeoramiento con el transcurso del tiempo de los discos intervertebrales (protrusiones discales, hernias discales), de las articulaciones intervertebrales, de estructuras ligamentosas y de los cuerpos óseo vertebrales.
-DOLOR LUMBAR INDETERMINADO
Es el que no se correlaciona con ninguna anomalía detectable con los estudios de imagen disponibles en la actualidad.
Los discos intervertebrales proporcionan estabilidad y movilidad a la columna vertebral
Su degeneración aumenta a partir de los 40 años y es una causa común de lumbalgia crónica.
Los procedimientos de rehabilitación, tratamientos fisioterapéuticos, para pacientes con enfermedad degenerativa de disco, están considerados como necesarios para un resultado favorable de la recuperación del paciente.
En ocasiones, el dolor lumbar degenerativo ocasionado por una afectación importante de los discos intervertebrales produce un cambio en la curvatura lumbar e importantes hernias discales en los discos intervertebrales. Siendo necesario un abordaje quirúrgico con discectomía (extirpación del disco) seguido de colocación de prótesis de disco intervertebral o fijación intervertebral.
El tratamiento de rehabilitación pre y posquirúrgico, mediante el tratamiento fisioterapéutico, es considerado necesario para el mantenimiento de los tejidos y la reducción de los tiempos de recuperación del paciente.
La rehabilitación prequirúrgica es la encargada de mantener los tejidos en la mejor forma y estado posible, para que después de la cirugía, la recuperación con tratamiento fisioterapéutico sea lo más rápida posible.
La rehabilitación posquirúrgica, aplicada mediante diferentes fases de tratamiento fisioterapéutico, se divide así:
– En la primera fase, es donde si inicia la recuperación de los tejidos.
.- En la fase intermedia, el tratamiento de fisioterapia continúa recuperando los tejidos y ampliando el rango de movimiento tanto de la columna lumbar como el resto de la misma.
Así mismo, se inicia el tratamiento de readaptación mediante ejercicio terapéutico para empezar a recuperar la funcionalidad del paciente y poder mejorar en la realización de las actividades de la vida diaria.
– En la última fase, cuando el tejido está bien cicatrizado y recuperado, la rehabilitación se centra todavía más en la aplicación de técnicas de readaptación para intentar la mayor ganancia de movimiento posible, de funcionalidad y de fuerza.
En la Unidad de Columna de nuestro Centro Sanitario Multidisciplinar, hemos incorporado las técnicas más actuales en Fisioterapia para la prevención y recuperación de la patología discal de columna vertebral, de gran incidencia lesiva en nuestra sociedad actual.